Ha pasado más de un año desde que un fuerte incendio afectó a diversos negocios en el Mercado Zapata, ubicado en la colonia Bugambilias al sur de Puebla.
El siniestro resultó devastador y ocasionó daños materiales significativos a los comercios afectados y sus familias, así como a la estructura y techo de las instalaciones.
Sin embargo, algunos comerciantes afectados denuncian durante la administración de Eduardo Rivera Pérez, no recibieron ningún apoyo material por parte del Ayuntamiento de Puebla.
En sus propias palabras, les dieron “atole con el dedo”.
Los estragos
Tras los hechos ocurridos en la madrugada del 18 de agosto de 2022, los comerciantes han retornado a la normalidad y continuado con sus ventas habituales.
Al exterior de los establecimientos, no hay daños visibles y los locatarios se esfuerzan en mostrar su mejor imagen para los consumidores que acuden al Mercado.
Uno de los comercios, sin embargo, luce un pendón chamuscado por las llamas y que aún no ha sido reemplazado tras la tragedia.
En el pendón, se lee el nombre del negocio afectado: “Dulcería Amado”.
Mientras tanto, Oswaldo continúa sus labores en un negocio adyacente, dedicado a la venta de herramientas y artículos variados para el hogar.
El ciudadano recibe a aquellos visitantes que desean conocer las afectaciones al Mercado tras el siniestro, a quienes invita a subir las escaleras para visualizar el tejado.
“Vengan para que vean cómo quedó”, solicitó el comerciante a los observadores.
La azotea
De manera riesgosa, el visitante escala y se encuentra con la azotea del negocio, actualmente usada como depósito y repositorio de cajas y materiales distintos.
Inmediatamente, resalta a la vista una cortina metálica que reposa en el suelo junto a otros objetos, visiblemente quemada y presumiblemente inutilizada.
También en el suelo, aún se puede observar ceniza y signos de lo que fue la afectación al lugar debido a las llamas.
Además, resulta más llamativa la observación del tejado de la plaza, cuya reparación y mantenimiento corresponde a la administración municipal de Mercados.
Las láminas y pilotes que sostienen al techo del Mercado Zapata en esta área lucen oxidadas, degradadas por el paso del tiempo y, a consecuencia del siniestro, quemadas en partes.
Pero para la sorpresa del espectador, los pernos y uniones del tejado ya se encuentran despegadas, y a través de ellos se observa claramente el cielo y los nubarrones que se registraban por la tarde.
¿Dónde están los ladrones?
Oswaldo es un hombre joven, cuya familia tiene presencia en el Mercado desde hace más de una década y son conocidos por el resto de los locatarios por su amabilidad y cordialidad.
Al consultarle sobre los problemas que presenta el tejado, afirma que estos efectivamente han representado inconvenientes para los locatarios.
De acuerdo con el comerciante, en tiempos de lluvia el agua brota hacia sus negocios “como cascada”, lo cual los ha obligado a pagar “de su propio bolsillo” la instalación de costosas láminas para impedir mayores afectaciones.
De igual forma, comenta que desearía recibir el apoyo que se le prometió por parte de la administración municipal de Mercados para costear las reparaciones.
En este sentido, relata que el devastador incendio fue controlado por la acción conjunta de todos los comerciantes, y no solo por los cuerpos de emergencia.
De esta manera, afirma, desde un principio los locatarios han tenido quienes actúen para proteger sus negocios ante el apoyo nulo o insuficiente recibido por parte de las autoridades.
Finalmente, el joven locatario comenta que estima en millones de pesos las pérdidas que su familia ha sufrido como resultado de la devastación ocurrida hace ya más de un año.
Vale la pena destacar que, tras el devastador siniestro, el entonces alcalde Eduardo Rivera Pérez prometió que no dejarían solos a los comerciantes afectados.
Hasta el momento, no ha tenido lugar ninguna manifestación o pronunciamiento nuevo por parte del Ayuntamiento del Municipio de Puebla con respecto a esta problemática.
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