La obra de reconstrucción del Hospital de San Alejandro muestra importantes signos de avance, lo que comerciantes de la zona consideran como un buen augurio para su pronta reapertura y el rejuvenecimiento de los alrededores.
Tras el devastador sismo de 2017, el Hospital General Regional Número 36 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cerró sus puertas al público.
Esto se debió a que el movimiento telúrico afectó significativamente la estructura del edificio, inaugurado el 15 de junio de 1976 por el presidente de México, José López Portillo, y el gobernador de Puebla, Alfredo Toxqui.
En aquel momento, el centro hospitalario se convirtió en el de mayor capacidad de toda América Latina, contando con 415 camas censables y 200 no censables, y siendo el sitio en el cual 30 bebés en promedio nacían diariamente.
Sin embargo, el sismo afectó seriamente su estructura y tuvo que ser demolido durante la administración de Enrique Peña Nieto, con la promesa de su pronta reconstrucción.
Esto trajo consigo el cierre de numerosos locales y el deterioro de la calidad de vida de los habitantes de la zona, cuya economía en gran medida depende de la atención a los centros hospitalarios del IMSS, tales como la Unidad Médica de Atención Ambulatoria y el Hospital de Traumatología y Ortopedia.
A casi siete años de estos hechos, el presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó en su conferencia matutina de este lunes 19 de febrero, realizada en Puebla, que el centro de salud quedará reinaugurado antes de que culmine su gestión.
En este sentido, hay que resaltar que las obras presentan un importante avance material tal como pudo comprobar el equipo de Tráfico Puebla en un recorrido por las instalaciones.
A pesar de ello, el centro de salud no tendrá la misma capacidad que en el pasado: únicamente albergará 180 camas, la mitad de lo que solía tener.
¿Qué dicen los comerciantes?
Ante esto, los comerciantes de la zona con los que conversamos tienen visiones encontradas sobre lo que representará la reapertura del Hospital de San Alejandro, ubicado en la calle 10 Poniente, colonia La Providencia.
En el caso del propietario de una funeraria, este manifiesta sentirse “emocionado” y considera que su negocio mejorará significativamente una vez que reabran las instalaciones.
Quien se mostró más pesimista fue el dueño de un taller mecánico, quien puntualizó que espera un incremento en el robo de autopartes y vehículos ante la mayor afluencia de personas en la zona.
A pesar de ello, remarcó que considera que habrá un gran beneficio para aquellos dedicados al ramo alimenticio y de bebidas, y de manera general, que la ciudadanía se beneficiará al reducir la saturación del Hospital de La Margarita.
Otro ciudadano encuestado, de oficio barbero, asegura que espera recibir un mayor número de clientes, aunque al igual que el mecánico, reconoció que es más probable que los restaurantes de las zona se vean más beneficiados.
_ Los restaurantes_
Para conocer la perspectiva de los locatarios dedicados al ramo alimenticio, conversamos con Sergio Tello Cuevas, quien desde 1978 atiende personalmente a sus clientes en la Tortería Las 3 Tortugas.
En su fachada y pendones colocados en el establecimiento, se leen claramente sus eslóganes distintivos: “Las Tortas del Güero, genuinamente poblanas desde 1978” y “El verdadero deleite, del sabor poblano”.
Tanto él como su esposa reciben y sostienen pláticas amenas con sus clientes habituales, muchos de ellos pacientes de centros de salud cercanos, profesionales médicos o vecinos de la zona, quienes comúnmente acuden a su local, generando mayores vínculos.
Al preguntársele sobre qué expectativas tiene con la pronta reapertura del Hospital de San Alejandro, afirmó que “obviamente mejorará toda la zona (…) que mejore la seguridad”.
En este sentido, comentó que espera que todos los comerciantes que están alrededor del centro hospitalario “estemos a la altura de este nuevo Seguro Social, que tengamos ese producto de calidad e higiene”.
Precisamente, un hecho que se pudo comprobar en el recorrido realizado por Tráfico Puebla es el deterioro de la zona fruto del abandono de numerosos locales, que se encuentran cerrados desde hace varios años.
Pero para el señor Tello, no solamente la clausura del Hospital es el culpable de los cierres de distintos establecimientos.
“Fracasaron todos los negocios de acá por la falta de calidad (…) bajaron la calidad del producto, dan mala atención”, declaró.
Destacó que “a un cliente al que no le gusta lo que haces, no vuelve”, afirmando orgullosamente que lleva 48 años “haciendo tortas, y a hasta a mí me fascinan mis tortas”.
Su negocio ofrece tortas preparadas de gran tamaño y con distintos rellenos, tales como de milanesa, lomo adobado, quesillo, queso fresco, rajas con huevo, huevo con jamón, y jamón.
Adicionalmente, sus tortas vienen acompañadas con frijoles, aguacate y rajas de chile, estas últimas al gusto del cliente.
Al tener un mayor tamaño, aquellas que cuentan con un solo ingrediente tienen un costo de 65 pesos, mientras que las combinadas cuestan 80 pesos, por lo que añadiendo el costo de un refresco de 20 pesos, puedes almorzar con 100 pesos.
“Hay que conservar la calidad”, dijo, “que es lo que nos va a hacer permanecer en el negocio”.
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