Un voraz incendio azotó San Lorenzo Almecatla en la madrugada del 19 de abril, arrasando con una maderería, una bodega industrial, un taller mecánico y un extenso pastizal en la calle 20 de Noviembre.
Todo comenzó con el fuego devorando el pastizal en un terreno baldío, reportado por los vecinos a las autoridades. Sin embargo, la magnitud inicial del incendio retrasó la llegada de los equipos de emergencia.
La situación se tornó crítica cuando las llamas se propagaron hacia terrenos baldíos adyacentes y se aproximaron peligrosamente a una maderería localizada en la intersección de la calle 20 de Noviembre y la calle Cuitláhuac.
🔥👨🚒 Bomberos de la @SSPGobPue, @PC_Estatal, @PCPueblaCapital y de #Cuautlancingo, continúan luchando contra un incendio que ya consumió una bodega industrial, una maderería y un pastizal en San Lorenzo Almecatla.
⚠️ De acuerdo a vecinos ya lleva casi 5 horas y se inició en un… pic.twitter.com/5MdBckHKkJ
— TraficoPuebla (@Trafico_Puebla) April 19, 2024
En cuestión de minutos, la maderería, especializada en la venta y almacenamiento de tarimas así como PET, se vio envuelta en el fuego. La naturaleza de los materiales almacenados alimentó las llamas, volviéndolas incontrolables.
A pesar de la rápida respuesta de los bomberos de diversas corporaciones, incluyendo Protección Civil Estatal, Protección Civil Municipal, y bomberos de Cuautlancingo, el incendio continuó extendiéndose. Pronto, la voracidad del fuego alcanzó una bodega industrial contigua, donde las llamas se intensificaron.
Al pasar de unos minutos también afectó a un taller mecánico, causando daños en varios automóviles que se encontraban al interior. Horas de arduo trabajo lograron contener el fuego solo en la bodega, mientras que en la maderería persistía, exacerbado por los fuertes vientos de la zona.
La situación se agravó cuando los equipos de emergencia agotaron sus reservas de agua, dejándolos indefensos ante el fuego voraz que amenazaba con alcanzar otra nave industrial cercana.
A pesar de la intensidad del incendio, las condiciones adversas prolongaron las labores de extinción, mientras se establecía un perímetro de seguridad de 50 metros alrededor del área afectada.
Como medida preventiva, se evacuaron unas 50 personas aproximadamente, aunque ninguna de ellas corría riesgo. El esfuerzo conjunto de los equipos de emergencia y la colaboración de la comunidad fueron fundamentales para contener la catástrofe y evitar pérdidas humanas.
Sin embargo, los daños materiales fueron significativos, dejando en evidencia la importancia de la prevención y la pronta respuesta ante situaciones de emergencia.
