Con el inicio del periodo vacacional de verano, aumentan los riesgos de accidentes en el hogar y en espacios públicos, especialmente entre niñas y niños. Por ello, es fundamental reforzar las medidas de prevención para garantizar un descanso seguro y sin contratiempos.
Durante esta temporada, muchos menores pasan más tiempo en casa o al aire libre, lo que incrementa su exposición a caídas, quemaduras, intoxicaciones y golpes de calor.
El uso prolongado de dispositivos móviles debe ser regulado, estableciendo horarios y descansos para evitar afectaciones físicas o emocionales.
Protección ante el calor
Las altas temperaturas en el estado también representan un riesgo.
Es importante mantener a los menores bien hidratados, vestirlos con ropa ligera y evitar su exposición al sol entre las 11:00 y las 16:00 horas.
Una supervisión adecuada, espacios seguros y medidas básicas de protección ayudan a prevenir accidentes y permiten que la temporada vacacional transcurra con tranquilidad.
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