Por Jesús Zavala
Cada noche en Puebla hay diferentes historias que contar, personas que mueven la ciudad y que aún en el anonimato buscan lo mejor para su comunidad; pero sin duda alguna alguien que debe ser reconocida es María Isabel Peláez, quien brinda su tiempo y esfuerzo en resguardar la salud y vida de las y los poblanos en la Cruz Roja Mexicana.
Desde muy joven, María Isabel fue testigo de las bondades de ayudar a los demás, pues recuerda con cariño haber visto en más de una ocasión la satisfacción personal que a uno de sus tíos le dejaba el ser rescatista en el municipio de Tecamachalco, Puebla. Por lo que ella segura que fue de ahí, de dónde tomó el cariño a ayudar a los demás.
Además de prepararse como una Técnico en Urgencias en la Cruz Roja Mexicana con sede en Puebla, María Isabel decidió romper los paradigmas y demostrar que las mujeres que así lo deseen pueden convertirse en operadoras de vehículos de emergencia.
“Comúnmente está es una labor realizada solo por hombres, de hecho yo no conozco más mujeres conductoras de este tipo de unidades”, señala María Isabel, quien con orgullo se presenta como Operadora Oficial de la Unidad de Rescate de la Guardia Rosa en Puebla, vehículo en que ella y sus compañeras de desplazan por la ciudad para dar socorro a quien más lo necesita.
Si bien dentro de la institución, la rescatista señala que hay un tiempo promedio de 10 minutos como el indicado para llegar a cualquier emergencia, ella sabe que hay más en juego estando al volante.
“Es una gran responsabilidad, porque yo soy quien lleva a mis compañeras, si nosotras no llegamos tampoco habría quien asista a los heridos y cuando ya vamos con el paciente debo conducir rápido pero con aún más precaución “, relató María Isabel, para luego invitar a más mujeres a sumarse a los cuerpos de emergencia en cada una de sus funciones, incluyendo la conducción de unidades de rescate, “yo les diría que se especialicen en esto, que cada vez seamos más y se rompan esas barreras de que por ser mujer puedes o no puedes hacer algo, es una responsabilidad grande sí, pero también es algo muy bonito“, finalizó.
