Mientras la presidenta electa Claudia Sheinbaum promueve una nueva era política que busca romper con los privilegios heredados entre familias, en Puebla, el reto parece titánico. En especial dentro del Partido Acción Nacional (PAN), donde los cacicazgos políticos no solo persisten, sino que se reinventan con cada elección. Aquí, algunos de los apellidos que se han convertido en sinónimo de poder, influencia y herencia política.
Los Riestra-Piña: Una dinastía que no se detiene
Mario Riestra, actual dirigente estatal del PAN, ha ocupado múltiples cargos públicos, desde el Congreso federal hasta la administración municipal. Su trayectoria, sin embargo, no ha sido individual sino que a la par, pues su esposa, Patricia Vázquez, fue subsecretaria de Educación en 2014.
Y no se puede dejar fuera a los demás hermanos Riestra; Susana Riestra, actualmente es diputada local y ha sido regidora, además de secretaria de Desarrollo Social en el efímero gobierno de Martha Erika Alonso. Por su parte Rodrigo Riestra, ocupó la Secretaría de Desarrollo Rural durante los gobiernos de Moreno Valle y Tony Gali.

Tlatehui-Cuautle: San Andrés, negocio familiar
Otro caso sin duda es En San Andrés Cholula, el apellido Tlatehui se volvió marca registrada. Edmundo Tlatehui dejó la presidencia municipal en 2024, no sin antes allanar el camino para su esposa, Lupita Cuautle, quien ganó la elección y le dio continuidad al dominio familiar.

Rivera Ortiz: El doble discurso del poder
Eduardo Rivera, exalcalde de Puebla y excandidato a gobernador, ha criticado públicamente los cacicazgos, pero su entorno familiar contradice sus declaraciones. Su esposa, Liliana Ortiz, es diputada federal; sus cuñadas, Denisse y Esther Ortiz Pérez, ocupan cargos en el Senado y en el cabildo de Puebla, respectivamente.

Genoveva Huerta: El PAN en familia
Finalmente, Genoveva Huerta, actual Secretaria General del PAN en Puebla, no se queda atrás. Su pareja, Irving Vargas, fue designado en enero como representante del PAN ante el IEE, cargo que ya había ocupado anteriormente, consolidando una vez más el fenómeno de los puestos compartidos por lazos personales.

Vázquez Hernández: De Teziutlán para el PAN
Antonio Vázquez fue edil de Teziutlán entre 2014 y 2018, en medio de controversias financieras. Durante su gestión, su hija Nahomi comenzó su carrera política como presidenta del DIF municipal. Hoy, ocupa una regiduría, consolidando el legado familiar.
Esto solo por mencionar algunos de los casos de cacicazgos que hay en Puebla, por lo que se espera la postura de la dirigencias federales y saber si para el 2030, fecha establecida para evitar los actos de nepotismo, las filas se alinean.
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