La competencia por el pasaje en Puebla se intensifica entre taxis tradicionales, unidades de transporte por plataforma y el servicio de colectivos, generando tensiones en diversos puntos de la ciudad.
En los últimos meses, taxistas y choferes de aplicaciones como Uber, Didi y más han denunciado que los colectivos especialmente los que circulan en rutas no autorizadas invaden zonas y horarios donde antes predominaban los servicios de transporte individual.
Los colectivos, por su parte, siguen siendo una opción popular para trayectos cortos y con tarifas bajas.
Especialistas en movilidad señalan que la coexistencia de estos tres sistemas de transporte es inevitable, pero requiere regulación clara, competencia justa y estándares mínimos de seguridad y calidad para evitar conflictos. En el centro del debate está la necesidad de que el usuario pueda elegir libremente entre opciones seguras, eficientes y con tarifas razonables.
Mientras los taxistas piden una regulación más estricta contra plataformas y colectivos ilegales, los conductores de aplicaciones insisten en que la libre competencia beneficia al usuario. Los colectivos, en cambio, aseguran que las autoridades favorecen a los servicios privados, encareciendo el transporte para sectores populares.
Organizaciones de usuarios llaman a que se priorice la calidad, seguridad y tarifas justas antes que los intereses gremiales, pues el verdadero afectado por el conflicto sigue siendo el pasajero.
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