En México, el 20 de noviembre no solo recuerda la Revolución Mexicana, también es el Día de la Remembranza Trans. Y entre estas dos fechas se cruza la historia de Amelio Robles Ávila, un hombre trans que se convirtió en coronel zapatista y uno de los primeros soldados trans reconocidos oficialmente por el Estado. Su vida, su identidad y su legado desmontan la idea de que las personas trans son algo “reciente”, recordándonos que la diversidad siempre ha sido parte de la construcción del país.
Porque entre caudillos, adelitas y bigotes, también hubo un hombre trans que dejó huella en la historia de México: Amelio Robles Ávila, veterano de la Revolución y considerado hoy uno de los primeros hombres trans en ser reconocidos oficialmente por el Estado mexicano.
Un soldado que rompió todo molde
Robles nació en 1889 en Guerrero. Durante la Revolución, decidió enlistarse en las filas zapatistas; para hacerlo, usó un acta de nacimiento falsa y se presentó como Amelio, tomando el nombre y la identidad con la que viviría el resto de su vida.

Su valentía lo llevó a convertirse en Coronel del Ejército Libertador del Sur, participando en múltiples batallas y ganándose respeto en el campo militar.
Y sí, mucho antes de que existiera “Mulan”, Amelio ya había demostrado que la identidad no se esconde… se vive.
Su vida fuera del campo de batalla
A diferencia de muchos relatos tergiversados, Amelio no “fingía” ser hombre solo para la guerra: vivió abiertamente como hombre en su vida personal.
Se casó con una mujer y juntos adoptaron a una hija, formando una familia que lo reconocía plenamente como padre y esposo.
El reconocimiento que llegó en vida
Después de años de servicio, el Estado mexicano lo identificó y registró oficialmente como “Coronel Amelio Robles”, reconociendo su identidad masculina en documentos y condecoraciones.

Un hecho histórico que desmonta la narrativa de que las identidades trans “son modernas”: han estado aquí desde siempre, incluso en los momentos que definieron al país.
La importancia del 20 de noviembre para la memoria trans
Además de la Revolución, este día también se recuerda a las personas trans que han perdido la vida por crímenes de odio. En palabras de activistas como Aníbal de la Vega, este día es para honrar, nombrar y no olvidar.
Porque la historia del México revolucionario no solo se escribió con rifles y caballos… también con identidades que resistieron incluso sin el lenguaje para nombrarse.
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